El Ayuntamiento ha iniciado esta semana, en la calle Cataluña, la instalación de 21 nuevos contenedores bajo tierra de residuos de carga bilateral, con los cuales se pretende ganar en funcionalidad, puesto que, los que había hasta ahora se encontraban en mal estado, con los buzones enmohecidos, y algunos averiados y sin funcionar.
Para valorar la fiabilidad del nuevo modelo, se llevó a cabo una prueba piloto antes del verano en que se decidió cambiar la dirección de apertura de los contenedores.
La instalación de los contenedores bajo tierra tendrá una duración prevista de cuatro semanas y un coste de más de trescientos mil euros. Este es el primer paso de una renovación que se irá ampliando en todos los contenedores de la ciudad, priorizando los que no funcionan correctamente.
