Itinerario de San Ramon

Es una masía documentada desde 1296. Antiguamente era conocida con el nombre de Mas de la Verdera. En 1822 fue adquirida por Josep Sala. Tiene el tejado asimétrico con dos vertientes y una puerta adovelada lateral de piedra roja. Hay edificaciones posteriores añadidas que forman un patio y una galería superior bajo el tejado. Cerca de la masía hay los restos de otra edificación, junto al camino de la Picó, que podría ser la parte más antigua de esta edificación. En su alrededor hay almendros centenarios de una variedad única en Cataluña, declarados de interés cultural y etnológico.

Situada al NW del municipio, tiene los siguientes montes: Puig de la Roqueta (185 m), monte de la Verdera (165 m), Puig de Sales o de la Pedrera (157 m) y el Puig de Montbaig como punto culminante con 295 m de altitud, donde se encuentra la ermita de Sant Ramon, un espléndido mirador sobre el Baix Llobregat.

Ermita de estilo neogótico edificada por Josep Estruch en 1887 en memoria de sus padres, Ramon Estruch i Eulàlia Cumella, dedicada a la advocación de Sant Ramon Nonato. La ermita fue edificada en la cumbre de la montaña de Montbaig y a partir de entonces esta montaña pasó a ser conocida popularmente con el nombre de San Ramon.

En el lugar donde se construyó la ermita confluyen los términos municipales de Viladecans, Sant Climent de Llobregat y Sant Boi de Llobregat; precisamente en este punto había un gran hito, que se guarda actualmente en el restaurante de Can Xixol (antigua Casa Grande del Bori). La ermita tiene adosados dos cuerpos que funcionaban como casa de retiro y casa de los masovers. Actualmente acoge un Restaurante y un Centro de Interpretación del Paisaje. El último domingo de agosto se celebra el encuentro de San Ramon. El edificio catalogado como bien cultural de interés local, se ha convertido en un lugar emblemático de la comarca del Baix Llobregat, puesto que perfila el horizonte y se convierte en un magnífico mirador del Delta del Llobregat, de la llanura de Barcelona, del Garraf y del mar Mediterráneo.

Los últimos años, con el abandono y disminución de las actividades de campesinado, las brotas y "màquies" han ido ocupando mucha superficie antes agrícola o de pasto. De manera espontánea y natural evolucionan hacia un encinar. En medio de este proceso el pino carrasco tiene su papel. Es muy presente en todo este espacio. Cuando las "màquies" evolucionan y no son afectadas por el fuego o actividades agrarias, el pino carrasco acontece el primer poblador arbóreo a ocupar estos espacios. En muchos sectores tiene una clara dominancia y en otros ya ha empezado un proceso de reconstitución de la vegetación potencial, es decir, las encinas empiezan a ir sustituyendo los pinos. Todo este proceso evolutivo se conoce como dinámica natural.

La vegetación que podemos encontrar en el Montbaig se nos presenta en diferentes fases de evolución según haya sido la presión humana sobre el medio natural:

• Cultivo: Los campesinos han roturado los bosques estableciendo cultivos (algarrobos, cerezos, viñas...).
• Pradells: Los cultivos son abandonados y en su lugar aparece un pradell seco anual, es decir, un herbazal. Lo mismo sucede después de un incendio, con el añadido que es muy posible que algunos árboles rebroten.
• Brota: Los arbustos leñosos propios de las brotas litorales, como por ejemplo el romero, las estepas, el brezo boal y el brezo de invierno, entre otros, ocupan parte del territorio. Encontramos también los primeros árboles, en este caso el pino carrasco.
• "Màquia": La vegetación es más alta y densa. Se trata de una "màquia". La especie dominante es el garric, arbusto de hoja perenne que puede llegar a los dos metros de altura. Acompañándolo encontraremos el madroño, el lentisco o el aladierno. A nivel arbóreo volvemos a encontrar, ahora dominante, el pino carrasco acompañado de encinas jóvenes y algún roble cerrioide.
• Encinar: La última fase es un bosque donde predomina la encina. En los sectores húmedos y frescos encontramos la presencia del robles cerrioides. El sotobosque está bastante desarrollado, donde encontramos arbustos como el brezo boal, el madroño, el durillo y lianas como la hiedra o la aritjol.

Paraje documentado ya en el siglo XIII. Lugar destinado a la agricultura de cereales, olivos y, sobre todo, viña desde la época romana. Las partes más altas de la Verdera fueron territorio de cacería para los grandes señores y para el campesinado.

Ermita de estilo neogótico edificada por Josep Estruch en 1887 en memoria de sus padres, Ramon Estruch i Eulàlia Cumella, dedicada a la advocación de San Ramon Nonato. La ermita fue edificada en la cumbre de la montaña de Montbaig y a partir de entonces esta montaña se pasó a denominar popularmente con el nombre de San Ramon.

En el lugar donde se construyó la ermita confluyen los términos municipales de Viladecans, Sant Climent de Llobregat y Sant Boi de Llobregat; precisamente en este punto había un gran hito, que se guarda actualmente en el restaurante de Can Xixol (antigua Casa Grande del Bori). La ermita tiene adosados dos cuerpos que funcionaban como casa de retiro y casa de los masovers. Actualmente acoge un restaurante y un Centro de Interpretación del Paisaje. El último domingo de agosto se celebra el encuentro de San Ramon. El edificio catalogado como bien cultural de interés local, se ha convertido en un lugar emblemático de la comarca del Baix Llobregat, puesto que perfila el horizonte y se convierte en un magnífico mirador del Delta del Llobregat, de la llanura de Barcelona, del Garraf y del mar Mediterráneo.

La montaña de Montbaig tiene una fauna sedentaria suficiente diversa. Esta está constituida por algunos mamíferos como la ardilla común, la geneta, el cerdo jabalí y el erizo, y varias aves como la mallerenga cuallarga, el búho común, la paloma torcaz, el arrendajo común, el petirrojo, el cernícalo, el gamarús y la lechuza. También están presentes algunos reptiles, como el lagarto y numerosas mariposas.

La situación estratégica de este espacio forestal, cerca del litoral y del delta, hace de este lugar un lugar privilegiado para la observación de aves migratorias en el camino, que cada año, cuando llega el otoño y después de la época de cría, emprenden hacia zonas más cálidas y de más disponibilidad de alimentos. Si subimos a la ermita de Sant Ramon, entre los meses de octubre y noviembre, podremos ver hasta doce especies diferentes de aves (halcones, milanos, águilas, cigüeñas…).