La naturalización de la ciudad da un paso más en los alcorques de los árboles. En breve se verán los resultados de la prueba piloto de siembra de flores silvestres (amapolas, blavets, lotos, entre otros) en los pies de 228 árboles en la avenida del Siglo XXI y en la calle de Olof Palme.
Una ciudad menos gris
La acción da continuidad a una primera medida que supuso, el pasado otoño, eliminar el uso de herbicidas para tratar las malas hierbas de los alcorques en toda la ciudad y optar por la siega manual, más lenta de realizar pero más ecológica y beneficiosa para la ciudad. Las hierbas, además de aportar color a las calles, captan los contaminantes, como los que salen de los tubos de escape de los coches, favoreciendo un aire más limpio y más saludable. También sirven de refugio de insectos polinizadores o que previenen las plagas de forma natural, reduciendo los tratamientos fitosanitarios.
Con la naturalización de los alcorques y los espacios verdes se pretende hacer una transición hacia una ciudad más sana y resiliente ante el cambio climático y la contaminación.
