Viladecans Natural

Tan cerca de Barcelona y a la vez tan en contacto con la naturaleza. Así nos gusta que sea, que lo urbano conviva con el entorno natural. En Viladecans disfrutamos del medioambiente, ya sea desde lo más alto, en los 300 metros de la cumbre de la sierra de Montbaig, como a pie de mar, en los arenales vírgenes, junto al Delta del Llobregat. 

De 0 a 300, ¡todo un mundo natural de opciones!
platges

¿Playa o montaña?

En Viladecans, te quedes con lo que te quedes, no tendrás que desplazarte demasiado. La ciudad cuenta con algunos pulmones verdes como por ejemplo, el parque forestal Mas Ratés, con 14 hectáreas de bosques de pino por donde pasear, o el parque forestal Can Trius, con distintos itinerarios que lo recorren, en los que podrás disfrutar de bosques de pino blanco, pino piñonero y encinas y un entorno natural. Y, si lo tuyo es el mar, mira lo que te encontrarás...

Las playas de Viladecans suman 2,5 kilómetros de paisaje de dunas junto a un extenso pinar que pinta de verde el litoral. Hay donde escoger; si prefieres tumbarte y escuchar relajadamente las olas en la orilla, puedes ir a la playa de Cal Francès o escaparte hasta la del Remolar, ambas integradas en espacios protegidos. Si vas a pasar un día en familia, tal vez sea mejor opción la playa de La Murtra o la playa de la Pineda, ambas con servicios y equipamientos varios para pasar una jornada playera cómoda a la vez que se disfruta de un paisaje natural. 

Espacios privilegiados

Precisamente, junto a las playas es donde te espera otro de los espacios naturales de Viladecans. Uno privilegiado: el delta del Llobregat es una de las tres zonas húmedas más importantes de Cataluña. Los aficionados a la observación de aves tienen aquí uno de los destinos más importantes de España, ya que forma parte de la ruta migratoria que siguen las aves de Europa a África.

Si quieres observar toda esta colección de paisajes extenderse hasta el horizonte, lo mejor será ascender hasta la ermita de San Ramón, todo un mirador natural en lo alto de la sierra de Montbaig.

¡Ya ves que en Viladecans somos la mar de naturales!
 

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