Premio al compromiso de los hogares con la eficiencia energética

Un total de 63 viviendas y locales comerciales y nueve escuelas públicas han sido galardonados en los Premios de Eficiencia Energética de Viladecans, convocados por el Ayuntamiento en 2019 y que se concedieron hace pocas semanas al alargarse la presentación de candidaturas por la pandemia sanitaria.

Los galardones compensaban económicamente el esfuerzo por parte de la ciudadanía y de los centros escolares de cuidar de la energía para contribuir a un modelo más eficiente, sostenible y que ayude a mitigar el cambio climático. El importe de cada galardón se ha regido por un baremo según el impacto de las medidas aplicadas.

Por un lado, las escuelas y el vecindario participantes en programas municipales de formación y actuación en gestión energética a través de Vilawatt han obtenido 1.075 euros de media. Por otro lado, los hogares que habían realizado obras importantes de eficiencia energética han recibido 2.750 euros de media. La mitad del dinero se han otorgado en la moneda local Vilawatt, que se utiliza en el comercio local, generando un impacto positivo de estos recursos públicos en la propia ciudad.

Más allá de los premios, el empujón municipal para la instalación de sistemas de aprovechamiento solar es habitual, puesto que el Ayuntamiento ofrece a los hogares bonificaciones de hasta el 50 % del IBI durante tres años y del 95% del impuesto de obras (ICIO) para su colocación. Este último impuesto también se bonifica al 75 % en las comunidades vecinales que hacen obras de eficiencia energética.

Los edificios demorrenovados con Vilawatt consumen la mitad

Entre los galardonados de los Premios se encuentran los tres edificios que han recibido subvenciones del programa europeo Vilawatt, promovido por el Ayuntamiento y la Unión Europea, para invertir en acciones de eficiencia que prevén la reducción de entre un 50 y un 60 % de su consumo energético.

Con actuaciones de aislamiento térmico y sustitución de cierres, de colocación de placas fotovoltaicas y de renovación de calderas y equipos de climatización, estas rehabilitaciones energéticas han dado todo un ejemplo del valor que pueden tener las reformas integrales en edificios antiguos. En las obras se han invertido 1,53 millones de euros de fondos públicos.

“El confinamiento por la pandemia nos cogió con las obras y supuso importantes molestias y retrasos, pero ha quedado todo muy bonito por fuera y por dentro y esperamos que también tenga una repercusión económica a la larga”, explica Silvia Pina, presidenta de una de las tres comunidades vecinales reformadas, quienes asegura que agradecen “mucho el premio, que permitirá pagar parte de los costes fiscales” al considerarse las obras una subvención pública.