Tablero sensorial

Los tableros sensoriales estimulan los sentidos y las emociones gracias a las percepciones sonoras, táctiles y visuales que proponen. Cada tablero sensorial se puede adaptar a las necesidades de cada niño/a y pueden ir evolucionando presentando en cada momento diferentes desafíos pedagógicos. Los tableros sensoriales son un buen mecanismo de aprendizaje, despiertan la curiosidad, la experimentación, la investigación, la atención y ayudan en el proceso evolutivo de los niños.

COMO JUGAR

Una vez tenemos el tablero montado, lo podemos presentar al niño de diferentes maneras. Para los más pequeños lo podemos presentar apoyado en tierra, para asegurarnos que llegan a todos los elementos que hemos colocado. Para los niños/as más grandes, lo podemos poner colgado en la pared, a una altura donde puedan llegar a todos los elementos. Los niños tienen que jugar de una manera libre y autónoma a pesar de que, si queremos, también podemos presentar los elementos al principio.

MATERIAL

  • Una lámina de madera/plafón de cartón pluma para el soporte. 
  • Pegamento o silicona para enganchar los elementos
  • Elementos que queramos (se explica con detalle en los pasos a seguir).

PASOS A SEGUIR

  • Definir los objetivos: la gran ventaja de crear tu tablero sensorial en casa es que lo puedes hacer a medida y decidir tú mismo/a qué quieres trabajar. Por lo tanto, primero tendrás que ver, según las necesidades de tu hijo/a, qué objetivos quieres conseguir con el tablero. Podéis preparar tableros sensoriales basados en el tacto, utilizando texturas diferentes, para el sentido auditivo, incorporando timbres, campanas o materiales que hagan ruido y música. Trabajar las matemáticas, incorporando números, ábacos u objetos fáciles de contar. Visual, con colores, formas y volúmenes variados, también podéis incluir un pequeño espejo o fotos. Otros azulejos sensitivos pueden ir destinados a experimentar y descubrir los olores o los gustos.
  • Buscar el apoyo que más os interesa: el más común en este caso es usar una plancha de madera, pero tendrás que tener en cuenta la medida y la espesura si quieres colgarla en la pared. Otras veces, también se utilizan plafones de cartón pluma que son más ligeros pero bastante resistentes. Si crees que no tendrás espacio donde guardarlo, otra opción es dividir el azulejo en diferentes fichas sensoriales y poner, en cada una de ellas, un elemento. Cada vez que quieras usarlo, tendrás que “montar” el tablero, pero a la vez esto te permitirá poderlo adaptar siempre a las necesidades y ampliarlo en caso necesario.
  •  Elegir los elementos: una vez ya tenemos los objetivos que queremos y la medida que nos interesa, es el momento de elegir qué elementos queremos colocar. Dejamos algunos ejemplos:

- Elementos táctiles: plumas, piedras, trozos de alfombra, papel en relevo o de escamar, pompones, hierba, hojas, tapones de corcho o de plástico, botones, esponja, letras rugosas, pelotas sensoriales, conchas, cerraduras, candados, cadenas, objetos vibrantes, cepillos sensoriales, paneles táctiles, algodón, plástico de burbujas,etc.
- Elementos sonoros: botón vibrante, botón grabador, instrumentos de música, pelotas sonoras, palo de lluvia, paneles sonoros…
- Elementos visuales: espejos, proyectores, paneles visuales, papel brillante, aluminio, CD…
- Elementos olfativos: canela en rama, hierbas aromáticas, vainilla…

  • Ahora ya solo queda posarse manos a la obra y construir vuestro propio azulejo sensorial!

Hay que asegurar un correcto estado e higiene de todos los elementos que se ofrecen durante la actividad.

COMO ACOMPAÑAR

Durante la elaboración de los tableros podemos ir nombrando los diferentes materiales a los niños, en el caso de los más grandes si quieren colaborar, hace falta que estén supervisados en todo momento.

Una vez tenemos los tableros, se puede ofrecer al niño jugar con este directamente, en este caso podemos observar si va descubriendo por sí mismo las diferentes posibilidades de la propuesta o bien mostrárselas mientras le explicamos.

DONDE

Se recomienda un lugar tranquilo y luminoso donde el niño pueda centrar su atención en el panel.