15 años de Agentes Cívicas

Cada día, once mujeres toman el pulso a la ciudad a pie de calle para que el  Ayuntamiento conozca las necesidades ciudadanas y los barrios caminen hacia un mayor grado de civismo y convivencia. Se trata de las Agentes Cívicas: un equipo de trabajadoras municipales de calle, vestidas de rojo, que se estrenó hace ahora 15 años. 

“Con nuestra dedicación y proximidad creo que nos hemos ganado al pueblo. La gente siente que le podemos ayudar, que somos útiles en el día a día de la ciudad”, explica Esther Roca, agente cívica desde su inicio en 2007.

Caracter conciliador

El cuerpo de Agentes Cívicas nació con la idea de abordar la convivencia a pie de calle y pronto se afianzó por su utilidad a partir del caracter conciliador femenino.  El servicio empezó más centrado en detectar incidencias en la vía pública fruto del incivismo y en recoger quejas ciudadanas. Con el paso del tiempo, ha ido ganando peso su valor como agente de sensibilización y de prevención. 

“Durante los años el servicio se ha ido amoldando a las necesidades y, cada vez más, hace una gran labor por la cohesión y el civismo en los barrios, desde la detección de puntos donde mejorar la limpieza viaria a la derivación de personas con alguna situación de vulnerabilidad”, destaca Anselmo Sánchez, teniente de alcalde de Seguridad y Convivencia. 

Las Agentes son tambíen la voz del Ayuntamiento en la calle para recordarle a la gente cómo construir una ciudad más amable está en manos de todos y todas. “Intentamos ayudar a rebajar los problemas más habituales en el espacio público, como los relacionados con perros, trastos viejos, movilidad o limpieza”, expone Mari Pariente, otra de las agentes cívicas. 

Una tarea de sensibilización que para Sánchez es “un camino a seguir en el futuro para acompañar a la ciudadanía a adaptarse a los cambios que se avecinan en el uso del espacio público como el crecimiento de la movilidad personal eléctrica, la implantación de la zona de bajas emisiones de tráfico o los cambios en el sistema de recogida de residuos”.

Trabajo desde la proximidad

“Hacemos prevención y sensibilización, pero también estamos para responder dudas o derivar a la gente adonde pueda resolverlas”, apunta Pariente, consciente de que desde la proximidad que ofrece estar en las calles, y desde su cercanía en el trato, las “mujeres de rojo” han convertido el servicio en un referente municipal para muchos vecinos y vecinas. En especial en esta época de pandemia, en que muchas personas han recurrido a ellas también para resolver dudas. Y es que ellas están en la calle cada día para ayudar a la ciudad a funcionar mejor.