Casa de la Vila

Can Modolell hoy es la sede de la Casa de la Vila, el Ayuntamiento, pero antes, en la época medieval, había sido una masía. En el siglo XVI, se fortificó con una gran torre central desde la cual la gente se podía defender de la piratería que asolaba estas tierras. Ya en la época contemporánea, su propietaria, Magdalena Modolell y su marido, la mandaron rehacer tal y como ahora la vemos. 

Unos feroces animales la defienden: dragones y gárgolas. El más fuerte de todos, hecho de hierro, tira su mirada hacia la  otra torre, la del Baró.

La señora Modolell murió sin descendencia, por lo cual, finalmente, en el siglo XX, el edificio pasó a propiedad municipal.

El edificio

El edificio actual, de aspecto medieval, se encuentra en la yema del huevo del casco antiguo y se levantó encima de construcciones anteriores. Las primeras noticias son del año 1434, cuando en el mismo lugar había una caseta con un pequeño huerto detrás. Quedaba justo ante la capilla de San Juan (hoy desaparecida) y junto a la Torre del Baró. El pueblo no era muy más grande. En el año 1581, Viladecans ya había crecido algo más hacia ponent y al sur de la Torre del Baró. Entonces se construye una torre similar a las de vigilancia y de alerta que hay dispersas por la costa catalana. Estas torres servían para defender a la gente de los piratas y corsarios que venían desde el mar.

La familia Modolell

En el año 1785, la casa, que ya contaba con otras edificaciones rurales, pasó a manos de la familia Modolell. De todas maneras, la gran reforma de la casa es del 1893 cuando, por encargo de Magdalena Modolell, el arquitecto Josep Azemar lleva a cabo unas importantes reformas que le dieron un carácter señorial en un estilo entre el historicismo neogótico y el modernismo, que empezaba a popularizarse en Cataluña en aquellos años. De este momento es también el jardín romántico con un lago, grutas de rocalla y una frondosa y exótica vegetación que se hizo detrás el edificio.

El reloj

El reloj que marca las horas de la ciudad, está colocado en una torre de ladrillo visto, añadida en la década de 1940, utilizando materiales procedentes de la antigua iglesia parroquial que fue destruida durante la guerra de 1936.

Visitas escolares

Los alumnos y alumnas de tercero de primaria de los centros educativos públicos y concertados de Viladecans visitan la Casa de la Vila para conocer el funcionamiento de la institución municipal e iniciarse en el conocimiento de la historia y el patrimonio de la ciudad. La visita también cuenta con una entrevista con el alcalde, donde las niñas y niños pueden hacerle preguntas directas sobre los temas que quieran.

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