En Llevant habrá más superfície dedicada a espacio verde que a viviendas y equipamientos. De hecho, se triplicará la extensión del parque de la Torre-roja, convirtiéndolo en el parque urbano más grande del área metropolitana dentro de un único municipio, y se hará allí un bosque urbano. El patrimonio natural e histórico se integra en el nuevo barrio.
de la superficie son zonas verdes o libres
hectáreas más para el Parque de Torre-roja
algarrobos longevos conservados
rieras y torrentes integradas en ejes verdes peatonales
nuevos árboles plantados
El 34 % del barrio serán zonas verdes y espacios libres, que sobre todo conformarán la ampliación del parque urbano de la Torre-roja. Se plantea hacer una adecuación mínima de los terrenos actuales, generando un bajo impacto en mobiliario urbano,pero plantando 1.474 árboles. En total 22 hectáreas que básicamente eran privadas pasan a ser espacio público.
Buena parte del terreno está ocupada por actividades económicas en desuso y terrenos privados sin un valor importante ni mantenimiento. Los elementos que sí tienen valor se conservarán y se integrarán en el barrio. Así se hará con las rieras y torrenteras, manteniendo su función hidráulica, paisajística y biogeogràfica, como se hizo con la Riera de Sant Climent. También con los algarrobos centenarios, aunque habrá que trasplantar algunos.
El parque de la Torre-roja crecerá hacia la falda de la montaña de Sant Ramon, convirtiéndose en un espacio de traspaso entre el núcleo urbano y la montaña. El parque triplicará su superfície ¬– de 11,5 a 34,2 hectáreas, el equivalente a 11 campos de fútbol -. Así, se convertirá en el parque urbano mayor de toda el área metropolitana en un único municipio. Dentro del parque se creará un bosque urbano y se generarán vías verdes de uso ciudadano de conexión entre la ciudad y la montaña.
Dada la demanda de este equipamiento por diversos colectivos se creará un espacio para huertos lúdicos cercano a la vía de cornisa.
Este espacio, ubicado dentro de la ampliación del parque de la Torre-roja, está previsto que tenga un 90 % del suelo con cobertura vegetal de árboles y arbustos. El bosque urbano se concibe como un espacio de ocio en la naturaleza y para capturar el CO2 para luchar contra el cambio climático y como espacio educativo y de ciencia al aire libre. Está previsto un proceso participativo ciudadano para ayudar a definir este espacio, que busca contribuir a concienciar sobre el cambio climático y el respeto por el medio ambiente. Por otra parte, el bosque urbano acogerá el ‘bosque de los bebés’, donde se harán las plantaciones de árboles anuales como bienvenida a la comunidad a los niños y niñas que nacen en Viladecans.
