El Pleno pide que se reforme la estación y que todos los trenes se detengan en la ciudad

El Pleno municipal de ayer, correspondiente al mes de octubre, aprobó por unanimidad una moción que pide que se reforme la estación de Renfe para permitir que todos los trenes de Cercanías se detengan en la ciudad. En concreto, el texto de la moción pide a las administraciones competentes, Adif y Generalitat de Catalunya, gestores del servicio, la inmediata realización del estudio técnico necesario para reconvertir el apeadero de Viladecans, construido en 1991, en estación de Cercanías del siglo XXI, y la inversión necesaria, en el menor tiempo posible, para transformar el apeadero en una estación que permita que paren todos los trenes de cercanías.

El apeadero de Viladecans se inauguró hace 25 años, el 12 de octubre de 1991. Desde entonces, en Viladecans el número de usuarios de Cercanías se ha incrementado año tras año, no sólo para los ciudadanos de este municipio, sino por la llegada de trabajadores a las oficinas del Viladecans Business Park. La puesta en marcha, el pasado 27 de octubre, de Viladecans The Style Outlets hace prever una demanda aún mayor de este servicio de Cercanías, debido a la proximidad de esta nueva actividad empresarial y comercial en el apeadero (menos de cinco minutos) y la proximidad de Barcelona (once minutos hasta Sants, catorce minutos hasta el paseo de Gràcia).

El alcalde Carles Ruiz también ha recordado que "Viladecans es la ciudad con más población por la que atraviesa la línea de tren de cercanías R2 sur entre Hospitalet y Sant Vicenç de Calders, pero la que menos servicio de trenes tiene, y que, además, esto se agrava por la poca homogeneidad de las frecuencias". Ruiz ha mostrado su conformidad con el anuncio hecho por el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, según el cual pronto se detendrán todos los trenes de Cercanías en Viladecans los fines de semana, pero ha mostrado su intención de seguir reivindicando que también se detengan todos los convoyes en días laborables: "Somos una ciudad trabajadora y necesitamos tener un servicio de trenes a pleno rendimiento. Es un derecho al que no renunciaremos".

A pesar de este incremento de actividad en la movilidad en nuestro municipio, la frecuencia de paso es la misma que en 1991, e inferior a la de los municipios vecinos de Gavà, Castelldefels o el Prat. Desde 2010 a esta parte, son varias las reuniones mantenidas entre el Ayuntamiento de Viladecans y la Generalitat (gestora de la red de Cercanías) para incrementar la frecuencia del servicio en la estación de Viladecans, debido al importante aumento de usuarios de este servicio coincidiendo con el aumento de la población en la ciudad. En las últimas reuniones, a lo largo de 2014, la Generalitat manifestó que haría un estudio urgente para estudiar la posibilidad de incrementar la frecuencia de los convoyes. En fecha de hoy, todavía no ha habido ninguna notificación de la Generalitat sobre el estudio de urgencia referente al incremento de la frecuencia de paso de los convoyes por la estación de la localidad, que a lo largo de 2013 y 2014 manifestó que haría.

Este insuficiente servicio de Cercanías en el municipio fomenta una movilidad no sostenible, que produce:

  • Un aumento de los atascos y de la contaminación atmosférica en el área metropolitana de Barcelona, ​​por el uso del vehículo privado en lugar de un sistema eficiente de Cercanías. Está demostrado por la comunidad científica que los gases contaminantes como los NOx y SOX son causa de problemas respiratorios, precursores de la formación de ozono troposférico que crea también problemas respiratorios, afecciones en el medio vegetal de los parques y jardines metropolitanos, así como la corrosión de las fachadas de los edificios. Los aerosoles en general y, en particular, las partículas más pequeñas (inferiores a 2.5 micrómetros) son causa directa de problemas cardiovasculares y cerebrales, ya que pasan directamente al sistema sanguíneo al ser respiradas.
     
  • Aumento de gases de efecto invernadero. El pasado mes de diciembre de 2015, en la cumbre del clima de la COP21 de París, los 195 países que la integran aprobaron por unanimidad la reducción de la concentración de CO2 y llegar al 2036, año clave para que el calentamiento del planeta se convierta irreversible, con una concentración de este gas no superior a las 450 ppm, y evitar que la temperatura suba más de 2 ºC a finales del siglo. Un servicio de cercanías con más frecuencia de paso fomentaría abandonar el vehículo privado y reducir este gases, contribuyendo así a los objetivos marcados por los organismos internacionales.

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